CUERVOS VIAJEROS : PLAYAS DE ASTURIAS

PLAYA DEL AGUILAR

Situada en el Municipio de Muros del Nalón,

aunque una pequeña parte pertenece al concejo de Cudillero

Longitud: 640 metros

Localización GPS: 43.555391, -6.121531

De arena dorada y fina, rodeada de acantilados suaves y de bosques. Sus aguas de calidad, su arena de tacto suave y sus servicios playeros dan a esta playa un prestigioso estatus, distinguida desde la década de los 80 con la bandera azul de la Comunidad Europea.

Destaca su área recreativa junto al aparcamiento, siendo una de las areas representativas de la costa asturiana.

La playa de Aguilar también cuenta con una leyenda ancestral, pues a la vera de la misma, en el popular monte Castiellu, en una de sus cuevas habita un hada asturiana, una Xana para más señas, de las más citadas por la mitología astur. La xana en cuestión está encantada. La encantaron sus padres por cometer una falta muy grave. Y sólo puede romperse el encantamiento si un caballero valiente la baja en brazos desde su cueva a la playa, sin detenerse en el camino y sin dejarla caer al suelo. El caballero que esto hiciera conseguiría muchas riquezas y la Xana le regalaría un tesoro guardado en una piel de buey pinto. De momento nadie ha podido romper el encantamiento.

Desde aquí comienza también la Senda de los Miradores, uno de los paseos mas bellos que podéis realizar por la costa del Cantábrico. Se trata de una ruta de unos 5 km. Comenzamos en la playa misma, comunicada con la playa anexa de Xilo a través de una larga escalinata. A partir de aquí podréis disfrutar de diferentes áreas de descanso y miradores como el de Los Glayos, el Miradoiro, el alto Las Llanas, etc. A lo largo del trayecto, encontramos diversas fuentes en las que abastecernos de agua potable, puentes que permiten atravesar pequeños arroyos, acantilados de impresión como el de la Cazonera, así como un bosque frondoso, el de Reborio. La ruta desemboca en la ermita del Espíritu Santo donde se encuentra otro excelente mirador, de ahí, con sólo descender unos cuatrocientos escalones, llegamos a San Esteban de Pravia, en la desembocadura del río Nalón.